En el pueblo de Muñoveros estamos llevando a cabo un proyecto de plantaciones forestales de especies autóctonas en Monte de Utilidad Pública, supervisado por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, y promovido por el Ayuntamiento de la citada localidad.
El objetivo era relevar dos masas de chopo afectadas por plagas recurrentes, que habían alcanzado su turno y estaban a punto de cortarse, con nuevas plantaciones de árboles de frondosas autóctonas, productoras de madera de calidad, compatibilizadas con cultivos intercalares que supusieran mejoras en el terreno y una ayuda activa para el crecimiento y sanidad de la plantación forestal, dentro siempre de los preceptos aplicables a los terrenos forestales en la comunidad de Castilla y León.
Así pues, una vez realizados los estudios edafoclimáticos pertinentes, y las labores preparatorias de los terrenos, en marzo de 2016 se llevó a cabo la plantación de los árboles de las especies escogidas tras los estudios previos (nogales, serbales, fresnos de montaña y fresnos del país). El material vegetal fue suministrado por la Junta de Castilla y León, por tratarse de un MUP, sujeto a su tutela.
Las labores de cerramiento y ahoyado fueron ejecutadas por autónomos y empresas del entorno comarcal. Las labores de preparación de los terrenos, por parte de empleados municipales. El replanteo, acondicionamiento de las líneas, manipulación de las plantas y plantación, fueron realizados por cuadrillas de jóvenes locales. De esta forma, técnicos y ayuntamiento buscábamos que todo lo relacionado con estas fincas públicas genere beneficios sociales en la zona, en lo posible.
Transcurrido un primer año muy duro para la adaptación y arraigo de los árboles, que han padecido un primer verano difícil, muy caluroso y extremadamente seco, unido a un tamaño de planta excesivamente grande, que es más delicada a los transplantes y no facilita el agarre, hay que agradecer la preocupación y el esfuerzo del Ayuntamiento por proveer riegos de refuerzo con cisterna en diversos momentos, que han amortigüado las pérdidas de planta y evitado males mayores.
A finales de otoño tocó empezar con la segunda fase, la instauración de un sistema de gestión agroforestal o de agroselvicultura. Así, se han sembrado leguminosas forrajeras entre líneas de los árboles, respetando nuestros criterios técnicos para la compatibilidad entre árboles y herbáceas, y siguiendo los requisitos y limitaciones impuestos por la administración regional en materia de superficies forestales.
Mediante la agroselvicultura, se consiguen pequeños retornos anuales de la inversión, al tiempo que se mantiene adecuadamente el suelo de la plantación forestal, mejorando su estructura y oxigenación, previniendo la erosión y la competencia de las malas hierbas sin aplicación de químicos, y aportando abono verde al principio de verano.
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