De entre las conclusiones que podemos sacar en limpio de las experiencias que hemos llevado a cabo de primera mano en territorio castellano desde 2018, destacan las siguientes:

1- El tocón se pudre y controla, así que el método funciona, aunque está muy condicionado por la meteorología. Aproximadamente transcurridas dos temporadas completas, los tocones de chopo pueden deshacerse con un pase de grada o cultivador, y en ocasiones con las propias manos o una simple patada, aunque fenómenos como la sequía influyen, retrasando este proceso, y pueden llegar a inutilizar el micelio de algunas piezas.

2- Es necesario controlar los rebrotes el primer año. Aunque haya un hongo activo trabajando para descomponer el corazón de la madera, los chopos, como mínimo el primer año, mantendrán reservas suficientes como para rebrotar fuertemente en primavera. Así pues, si se hace algún aprovechamiento simultáneo del terreno será preciso cortar los rebrotes al menos en esa primera campaña, dándole al hongo tiempo para que vaya colonizando la madera y así pueda encargarse él de evitar esa intensidad de rebrote en el futuro.

3- No todos los tocones responden igual, porque trabajamos con seres vivos. Algunos inóculos pueden fallar, por lo que puede ser interesante hacer un pequeño repaso en la siguiente ventana de oportunidad allí donde no se vean avances.

4- Es posible plantar nuevas especies entre las líneas mientras los hongos van avanzando en la descomposición de los tocones. Es un método limpio y natural, que no afecta a las plantas vivas que se coloquen al lado, lo que permite acelerar el aprovechamiento de parcelas con choperas recién cortadas.

5- Los tocones inoculados producen setas comestibles de valor. Las floradas de setas de los géneros que empleamos en el destoconado son de especies comestibles, pero ¡CUIDADO!, porque se trata de proyectos al aire libre y existen en el medio muchos otros hongos espontáneos de otras especies conviviendo en el mismo espacio de las parcelas, y esos pueden emitir setas no comestibles o incluso tóxicas. Así pues, SIEMPRE estar seguros de la identificación de lo que recogemos antes de atrevernos a comerlo.

6- No sólo se trata de un método medioambientalmente sostenible, sino que además es barato. No es tan rápido como los métodos químicos o mecánicos, pero sí es mucho más respetuoso con el medio y no produce alteraciones en el suelo, y a todo ello se une un coste muy asumible en comparación con las otras alternativas.

En 2022, tras un año tremendamente seco y un verano en extremo caluroso, el otoño llegó cargado de lluvias y temperaturas suaves, que se prolongaron todo el mes de diciembre, permitiéndonos ver estampas como ésta en los tocones de algunas de las experiencias casi en plena Navidad: