Nombre científico: Hygrophorus marzuolus
Nombre común: Marzuelo, setas de las ardillas.
Comestibilidad: Buen comestible
El marzuelo, tal y como su nombre indica, empieza a aparecer en el mes de marzo, y puede seguir fructificando hasta mayo. Se le considera la primera seta del año, lo que provoca que muchos aficionados a la micología, tras la escasez micólogica invernal, salgan al monte a buscarla con ahínco.A nosotros nos encanta ir en su búsqueda, tanto por su alta calidad gastronómica como por el reto que supone conseguir algún ejemplar. Si a esto sumamos las ganas que tenemos en el mes de marzo de volver al monte, tenemos el pretexto perfecto para rescatar del fondo del armario la cesta y la navaja.
Encontrar marzuelos suele ser tarea difícil, especialmente si nadie te ha indicado previamente un lugar donde buscar. Las características de la seta la hacen esquiva a los ojos, de modo que localizar un buen setal de marzuelos es como encontrar un tesoro. Es común que la nieve los oculte, dada la época en que salen. Por si fuera poco, además aparecen semi-enterrados entre las hojas y el musgo, y se mimetizan muy bien con el terreno gracias al color oscuro de su sombrero. Todo esto se soluciona entrenando la vista, ya sabeis, al inicio de la jornada no somos capaces de verlas aunque estén a un paso, pero al final, cuando el ojo se ha hecho a la tarea, las detectamos a varios metros . Por suerte, la confusión con otras especies, en este caso, es muy difícil, por su peculiar época de fructificación. Morfológicamente tiene ciertas similitudes con otros Hygrophorus, como H. camarophyllus, pero claro, esta última es una especie otoñal.
Además, el marzuelo presenta detalles que, sumados, lo identifican fácilmente. Uno es el color gris oscuro de su cutícula, la cual es separable, fina, lisa y algo viscosa cuando el tiempo es húmedo. Otro, los bordes del sombrero, que aparecen muy enrollados en la juventud pero se van desplegando hasta llegar incluso a elevarse en la madurez. Por último, sus láminas, gruesas y separadas, de color blanquecino-grisáceo, céreas, con lamélulas, y adnadas o ligeramente decurrentes.
El pie es en general corto, robusto y carnoso, de color blanquecino con fibrillas grises recorriéndolo.
Es una seta relativamente abundante en los suelos ácidos del Norte Penínsular. Se trata de una especie micorrícica, que se da principalmente en bosques de coníferas, hayedos, y bosques mixtos de hayas, aunque también puede asociarse a especies como los robles o los alcornoques.
Se puede considerar como especie micológica orófila, que se asocia con especies vegetales eurosiberianas, en climas fríos. Por esta razón, no solemos encontrarla en el sur de la Península.
¿Os parece un buen plato para esta primavera?