Dentro de nuestra habitual dedicación a las frondosas autóctonas, esta temporada en SORBUS hemos empezado a trabajar con un árbol muy especial, íntimamente ligado a nuestra cultura ancestral y a nuestros sensibles ecosistemas de ribera: el OLMO (Ulmus minor).

Como todo el mundo sabe, el olmo autóctono era un árbol masivamente presente en nuestros pueblos, donde solía gozar de lugares preferentes, como símbolo local y punto de referencia místico y cultural. Así, había olmos monumentales ocupando plazas y parques por doquier. Como ejemplo, el antaño tan famoso «árbol de la música» de la ciudad de Soria. Acaso tenga esta presencia simbólica algo que ver con la influencia celtíbera de nuestra cultura, ya que los celtas asociaban al olmo con la transición al otro mundo, venerando especialmente a los individuos singulares, aquellos de mayor tamaño o con formas más llamativas. Como tantas otras creencias antiguas, fueron asimiladas por las religiones y ritos posteriores (de ahí su habitual presencia junto a iglesias y ermitas), perdiendo su significado original pero permaneciendo en nuestro imaginario popular hasta el presente.

Árbol de la Música – SORIA (www.verpueblos.com). Antiguo olmo central del parque principal de Soria («La Dehesa»), punto cultural y de encuentro de los sorianos de varias generaciones, hoy desgraciadamente desaparecido.

La catástrofe comenzó en la década de los 80’s. En esos años se extendió a España un enfermedad, la grafiosis, provocada por un hongo (Ophiostoma novo-ulmi) originario probablemente de Asia, y a su vez transmitido involuntariamente por un escarabajo autóctono que hace galerías en la madera de los olmos. La enfermedad llevaba décadas asolando otros países de Europa y América, con pérdidas masivas de olmos. El avance en la Península Ibérica fue rápido y los daños catastróficos, resultando en la muerte de la inmensa mayoría de las masas maduras de olmos, así como de nuestros individuos singulares.

En la actualidad, podemos observar muchos olmos autóctonos en forma de jóvenes rebrotes de las raíces de los individuos antiguos, que crecen aparentemente sanos hasta alcanzar un cierto desarrollo, y entonces padecen la fase virulenta del hongo y vuelven a sucumbir, quedando sus jóvenes troncos secos por doquier.

Ya en 1986, el antiguo ICONA junto con la E.T.S. de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid, comenzó a estudiar en profundidad la enfermedad, concluyendo que no había medio efectivo para atajarla. Por lo tanto, pusieron en marcha un ambicioso programa de selección genética, basado en localizar aquellos individuos o poblaciones de olmos autóctonos que fueran capaces de sobrevivir a la enfermedad por sí mismos, para tratar de revertir la pandemia a partir de ellos. Se identificaron, aislaron muestras, y propagaron en laboratorio. Llegado el momento de desarrollo adecuado, han sido inoculados con el patógeno, seleccionando después los resistentes a la enfermedad. Este complejo y lento programa ha dado interesantes frutos. Así, hoy en día contamos con clones de olmo español tolerantes a la enfermedad dados de alta en el Catálogo Nacional de Materiales de Base, gracias al esfuerzo de lustros del equipo de la ETSI Montes que dirige Luis Gil (Life+ Olmos vivos).

Fruto de nuestro interés en ese programa y nuestro contacto con este equipo investigador, esta campaña SORBUS ha plantado Olmos de 5 de los clones resistentes (aquellos inequívocamente autóctonos) en 7 localizaciones con terrenos idóneos para las necesidades ecológicas de la especie, y que además contaban antaño con olmedas autóctonas que desaparecieron por la enfermedad.

Los proyectos que SORBUS está llevando a cabo en las localidades segovianas de Muñoveros, Cerezo de Abajo y Fuenterrebollo, y las localidades sorianas de Almazán, Matasejún, Ventosa de San Pedro y Sarnago, son los destinos de estos nuevos olmos, que así formarán parte de la avanzadilla de la recuperación de la especie en las frías tierras castellanas.

Nuevo olmo resistente a grafiosis plantado junto a las ruinas de la iglesia de SARNAGO (Soria), exactamente en el mismo lugar donde hubo uno centenario hasta que la grafiosis lo secó. Detrás se pueden ver sus rebrotes más altos, actualmente sucumbiendo también a la grafiosis.

Especialmente emotiva ha sido la plantación en las 3 pequeñas localidades de una de las zonas más dramáticamente despobladas de la Unión Europea, como son las Tierras Altas de Soria. En ellas estamos colaborando con las asociaciones de descendientes y amigos que tratan de mantener la actividad en los pueblos de Sarnago, Matasejún y Ventosa de San Pedro, para ir cada año recuperando individuos de la vegetación forestal original de la comarca, y en ese esfuerzo de hacendera hemos querido introducir esta campaña un olmo tolerante a grafiosis en cada localidad.

Son los primeros ejemplares resistentes que vuelven a la comarca con ciertas garantías de futuro, ¡pero no serán los últimos!!

Nuevo Olmo resistente a grafiosis en Ventosa de San Pedro (Soria).